FIN DE SEMANA DE AVENTURA EN MURILLO DE GÁLLEGO.
6 - 8 AGOSTO DE 2021
VIERNES 6 DE AGOSTO
Para este finde habíamos propuesto una escapada a Murillo de gállego para realizar actividades de kayak, rafting y ferratas.
Nuestras compañeras Isa y Elisa salieron el viernes para llegar tranquilamente y reservaron noche en la Villa Garibaldi de Aguero, regentada por un simpático italiano, a los pies de los Mallos de Aguero, disfrutando de unas magníficas vistas nocturnas de los Mallos.
SÁBADO 7 DE AGOSTO
El sábado salimos Alfon, Almu y Josean bien temprano para llegar allí antes de las 10 de la mañana que era cuando teníamos reservado el rafting, donde nos juntamos con nuestras amigas.
Alfon , Almu y Elisa bajaron los rápidos del rio Gállego en rafting y Josean los acompañó desde su piragua. Nos hizo un gran día y la diversión y las risas estuvieron presentes en todo momento.
Después de la actividad fuimos a comer a un pequeño merendero situado junto a la base de la empresa de rafting, donde comimos tranquilamente en una buena mesa todos juntos.
Terminada la comida y el cafecito, nos dirigimos a la playa de Murillo a descargar las piraguas. Allí se quedarían Elisa y Almu tomando el sol, bañándose y echándose la siesta, mientras Isa nos acompañaba a hacer el porteo de la furgo para que Alfon y Josean pudiéramos realizar un descenso de kayak desde Murillo hasta Santa Eulalia.
Fue un paseo tranquilo y agradable y cuando volvimos ya habían llegado Jose y Esther que se nos unían a la aventura.
Fuimos al camping, montamos las tiendas de campaña y cenamos, y cuando nos quisimos dar cuenta ya era la hora de dormir aparte de que refrescaba y no acompañaba mucho la noche para prolongar la velada.
DOMINGO 8 DE AGOSTO
Después de recoger el campamento desayunamos y salimos rumbo a Riglos, donde habíamos quedado con Roberto, nuestro guía de aventuras de la empresa Guías Cara Oculta, que nos aseguraría y guiaría la bajada mediante la linea de rápeles.
La ferrata ya la conocíamos la mayor parte, pero los rápeles eran nuevos para nosotros aparte de que no encontramos mucha información de ellos y no estaba muy clara su dificultad.
Ya con Roberto y habiendo preparado el material de ferratas, cuerdas, descendedores, etc. nos dirigimos a la ferrata con una aproximación de cerca de una hora. Al llegar a la base de esta, nuestra amiga Isa no se encontraba muy bien para realizar la ferrata y decidió no hacerla y deshacer tranquilamente la senda por la que habíamos llegado.
El resto continuamos haciendo la ferrata hasta el Mirador de Los Buitres, donde disfrutamos de una gran panorámica de los Mallos de Riglos y de toda la zona.
Después de unos momentos de descanso, fotos y cambio de impresiones, nos pusimos rumbo a la bajada a través de los Rápeles.
Empezamos por tres rápeles para abrir boca y luego descendimos siguiendo las marcas azules,hasta encontrar los siguientes cuatro, aunque los dos últimos los convertimos en un único rápel de 50 metros.
El haber contratado a Roberto fue un acierto, ya que en todo momento fue asesorando al grupo, asegurándonos y dándonos la confianza que solo un profesional de la escalada puede ofrecerte.
Terminamos tarde, ya que éramos ocho personas y bajamos disfrutando y aprendiendo, era cerca de las seis cuando fuimos a Riglos a comer y tomar unos refrescos e hidratarnos un poco. Había sido un finde muy aprovechado, muy completo en el que no faltó el buen humor y el buen rollo.
Una vez mas volvíamos a casa con la sensación agridulce de que se acababa algo bueno y hubiésemos querido que durase algo más.
Un finde de diez.
Gracias a todos y todas que hacéis esto posible.
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