Vías Ferratas de País Vasco y Navarra
Jueves, 12 de octubre de 2017
Aprovechando
el puente del Pilar, Jaime y Alfonso nos acercamos al País Vasco y Navarra con
la intención de hacer todas las VF de estas dos autonomías. Así dicho parece
algo pretencioso, pero en la página “de andar” solo viene reflejada una ferrata
en las vascongadas y dos en el reino navarro.
El día doce de octubre por la mañana nos desplazamos a Sobrón para completar la VF alavesa. Se tardan unas dos horas en recorrer los 177 Km. que dista de Soria.
Como se
puede ver, tiene tres tramos bien diferenciados. Empieza en un corto K2 de 50
metros, sigue con un K3 de 250 m. y finaliza con un K4 también de 250 m. Tiene
escapes en las dos transiciones para quien no quiera realizar un nivel
superior.
El primer tamo,
un K2, es poco aéreo con pequeños resaltes, franqueos y crestas. Buen resumen
de lo que nos encontraremos en los tramos posteriores, pero a escala menor.
La dificultad es progresiva por lo que en este
tramo se puede evaluar si seguir o regresar por el escape que hay al final.
La ferrata
ofrece unas bonitas vistas con un embalse al fondo y el río Ebro a nuestros
pies.
El segundo
tramo, un k3, se caracteriza por zonas más verticales. Hay posibilidad de
escape antes de subir a dicha cresta rapelando 5 m. y bajando al camino de
regreso.
Las líneas
de alta tensión afean sin duda las vistas.
El tercer
tramo es un recorrido calificado como difícil, con varias trepadas y destrepadas
y pasos muy aéreos por lo alto de la arista.
El factor psicológico es más importante por la altura de la cresta.
La cresta
se va afilando cada vez más, obligándonos incluso a pasar a horcajadas en
algunos puntos.
Aquí hay
menos zonas de descanso. Sin embargo tenemos una posibilidad de escape por una
cuerda de nudos a 80 m. de empezar el K4. En este tramo debemos unir al factor
psicológico el factor físico.
Esta parte
del recorrido está equipada con pocas grapas para hacerlo más deportivo, de
forma que hay que ayudarse de la propia roca para progresar por él (nivel de
escalada III-IV).
Desde luego
que ésta no es una vía ferrata al uso, pero sin duda resulta divertida y
emocionante.
Tras
reponer fuerzas partimos hacia Larraona en Navarra para acometer la segunda
dificultad del día.
La ferrata
de Larraona Urbasa es un K2 cortito y fácil, con algunos pasos entretenidos.
Sale de un
tupido bosque y tras ascender por un corto risco se acaba con grandes vistas
sobre el valle.
Tras
finalizar la ferrata nos encontramos con una tirolina opcional en medio del
bosque.
La tirolina
es bastante horizontal y tiene unos 70 m. de largo. Termina en un árbol al que
se llega bien.
El problema
es que si no te agarras al llegar, vuelves a la mitad de la tirolina, y a tirar
de brazo…
Tras
tirarnos un par de veces por la tirolina bajamos al bar a tomar una merecida
cervecita. Hablando con unos montañeros
nos comentaron que existe una segunda vía ferrata en el país vasco,
concretamente en el monte Ungino, famoso por su ojo del mismo nombre. Consiste
en un paseo de senderismo hasta llegar a un otero donde está instalado un largo
pasamanos que nos lleva del portillo de Atatxa al portillo de las Escaleras.
Algún tramo sin cable es expuesto por la pendiente.
En el bar,
donde puedes alquilar equipo, también nos hablaron del cercano nacimiento del
río Urederra como uno de los lugares más bonitos de Navarra. Tomamos nota para
próximas salidas.
Ya
anocheciendo decidimos continuar viaje para dormir en Elizondo. Este pueblo se
ha hecho famoso por los libros y películas del guardián invisible. Si a esto
unimos que estábamos en pleno puente del Pilar, el resultado es que nos costó
encontrar alojamiento.
A la mañana
siguiente teníamos pensado realizar la ferrata del Baztán, calificada como K1.
Se trata de una vía privada. Cuenta además con tirolinas gigantes de 300 y 450
m. (15 €) así como un gran péndulo con
un salto de 140 m. al vacio (60 €).
Desde este
puente se realiza el salto al vacío de 140m.
Cuando
pedimos información nos comentaron que teníamos que acoplarnos a un grupo
con guía y que nos cobraban veinte euros
independientemente de si llevábamos nuestro equipo o no. Estuvimos sopesando apuntarnos. Cuando
comprobamos que el grupo no era de una despedida de soltera, abortamos la
operación.
Dado que
nos encontrábamos en el precioso valle del Baztán nos dedicamos a recorrerlo.
Comparado
con lo seco que estaba Soria, este valle es increíblemente verde.
Y como la cabra tira al monte, decidimos
visitar la cercana cueva de Zugarramurdi.
Esta caverna, imbuida en un
halo de misterio, es famosa por supuestos episodios de brujería y aquelarres.
En un orden más mundano, y dada su cercanía con Francia, fue usada para
realizar contrabando en la época de la posguerra.
Tras
recorrer la cueva, se imponía visitar el museo de las brujas sito en el mismo
pueblo.
Abandonamos
Zugarramurdi con destino a la cueva de Urdax, visita guiada de unos 40 minutos
de duración, pero nos encontramos con que
ya no había entradas. Así que continuamos viaje parando a comer en
Olite.
Hola.
ResponderEliminarNo sabía que habían construido esta vía ferrata en el País Vasco. Ese tramo de cresta se ve espectacular, una lastima la linea de alta tensión, por cierto en la cresta hay alguna grapa, o solo está el cable de vida.
Un saludo.
Hay alguna grapa, aunque mayormente se ha potenciado los anclajes naturales.
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