La aproximación es de unos 15', siguiendo el curso de un bonito río.
Esta ferrata se caracteriza por su verticalidad.
Y por sus péndulos.
llegamos a la cumbre. Se nos hizo corta.
La Cantera, K3.
Sin dilación nos desplazamos a Vilavella, donde nos esperaba este K3.
Para algunos ésta fue su primera pared, aunque no lo pareciera!
Unos cuantos subieron la ferrata completa.
Otros prefirieron bajar haciendo un rapel volado.
Comida de batalla, diez minutillos de siesta, y a por la siguiente!
Sans de la Pedra, K3.
La ferrata es facilita, pero vistosa.
Desde lo más alto de la Vall d'Uxo las vistas son inmejorables.
Un péndulo ameniza la ascensión.
Pero sin duda estos tres columpios son los que ponen el picante!
Estando tan cerca del mar, parte del equipo prefirió ir a mojarse los pies,
y corretear por la arena.
Por último, una visita en Kayak a las cuevas de San José,
puso fin a tan aprovechado día.
Viernes, 29 de marzo.
Cueva de Pons, K4.
El plato fuerte del día era la ferrata de Pons.
Varias aproximaciones por esta zona se realizan descendiendo hasta pie de vía.
El inicio es vertical y desplomado.
Según ganamos altura se suaviza la dureza.
Tras finalizar el ascenso tocaba ir en busca de los dos próximos objetivos.
La Mina, K3.
Para realizar esta ferrata y la siguiente se aparca en el mismo sitio.
El inicio de la ferrata discurre por una mina de cobre abandonada.
Se pueden recorrer alguna de sus galerías.
Imprescindible llevar algún frontal.
Una bonita ventana al valle es el inicio de la trepada.
Se puede descender mediante un rapel de 60 m. Nosotros decidimos no hacerlo ante la amenaza de fuertes lluvias.
La Muela, K3.
Foto de grupo...
y rápidamente al tajo.
Este k3 es básicamente una vertical.
Sin ninguna dificultad reseñable.
Alguna payasada nunca está de más.
La vía termina en un mirador en el pueblo de Villahermosa del río. Nos dio el tiempo justo para llegar a los coches antes de que cayera una impresionante tormenta. Pudimos comprobar que cuando la naturaleza muestra su furia, no respeta a nada ni a nadie. Vamos, que no se libran ni los cuerpos diplomáticos...
Nos alojamos en un antiguo hospital y el comedor había sido una capilla. Inmortalizamos así nuestra particular última cena.
Sábado, 30 de marzo.
Els Miradors, K5.
La primera parte es un flanqueo horizontal no exento de dificultad.
Luego es posible ascender por una escalera al cielo.
Catalogada K3, la escala tiene una longitud de 25 m.
Se puede descender de nuevo montando un rapel de 30 m.
Para luego acometer un desplome catalogado k5...
que nos hará emplearnos a fondo.
Roca figueral, K3.
Antes de empezar la ferrata se puede hacer una tirolina de 92 m. La entrada es muy cómoda.
La salida ya, depende...
La vía en sí es una pequeña vertical con algún pasito entretenido. Se puede complementar con un rapel de 55 m.
Domingo, 31 de marzo.
Íbamos a hacer la ferrata de Cueva Mona, un K2 cercano a nuestro hospedaje.
El día salió nevando. Decidimos tomar el camino de vuelta a casa sin más dilación.
La previsión del tiempo para la semana santa de 2024 no pintaba nada bien. Ésto no fue óbice para que un buen número de componentes de nuestro grupo disfrutáramos de unos días geniales.
Y es que, a veces, ¡la suerte sonríe a los valientes!