El segundo fin de semana de abril, unos cuantos miembros de nuestro club decidimos acercarnos al parque natural de los montes Obarenses para acometer la subida a la cima del pico Carrías mediante la ferrata de su mismo nombre. Como es poco conocida, la vamos a documentar un poco.
La ferrata en cuestión dista 187 km. de Soria, lo que supone 2 h 30' de viaje. De las ferratas del Sobrón está a 24 km., ni media hora de coche.
El viernes por la tarde recorrimos la Cresta del Sobrón, K2, K3, K4...
y la espectacular Harri Gorri, K5.
El sábado por la mañana nos desplazamos a la localidad de Arroyo de San Sadornil.
Los coches se dejan en el mismo pueblo, desde el que se divisa la imponente cresta.
La aproximación es de casi una hora de continuo ascenso a través de un bonito bosque.
La ruta está marcada con unos puntos azules, hasta encontrar una flecha del mismo color en la pared, que indica el comienzo de la ferrata. Las marcas se ven mal, mejor llevar el track.
Más que una vía ferrata podríamos considerarla una canal equipada, Solo al inicio hay un corto tramo con cable de vida, y en horizontal.
En la foto de arriba se ve toda la subida equipada.
Usamos la cadena como cable de vida y en apenas cinco minutos de ascenso, coronamos.
Según salimos, a la derecha se encuentra la reunión para descender rapelando.
Las vistas aquí son espectaculares. Esta estribación montañosa sirve de frontera entre Álava y Burgos
Cresteamos por una alfombra de flores hacia el este unos doscientos metros.
Un tambor nos indica que hemos llegado al punto más alto, a 1.130 m. sobre el nivel del mar.
Toca desandar el camino para iniciar la bajada.
Se puede destrepar por las cadenas por las que hemos subido o rapelarlas en dos cortas tiradas.
Otra opción es montar un rapel en la reunión que hay cerca del final de la ferrata.
Las reseñas que teníamos variaban desde 30 a más de 40 m. de caída.
Nosotros usamos una cuerda de 80 en doble y nos sobraron bastantes metros.
Una vez todos abajo, solo quedaba desandar el camino hasta el pueblo.
Tras reponer fuerzas en el merendero de la Cueva de los Moros...
una visita a este enclave eremítico...
puso fin a la excursión.
Peña Karría se queda corta como ferrata. Sin embargo, el paseo por los Montes Obarenses, el cresteo con unas magníficas vistas, la posibilidad de rapelar... ya son suficiente excusa para visitar estas recónditas tierras rodeados de buenos amigos.
Hasta la próxima, ferrateros!